DÚO y PASO A DOS forman un díptico sobre la dificultad que tiene una pareja –cualquier pareja– para alcanzar una comunicación auténtica. Se trata de textos abiertos, en los que el abanico de posibles interpretaciones deja al público la responsabilidad de construir el mundo de los personajes.
En PASO A DOS asistimos a las dificultades de Sergio y Andrés para consolidar una relación compleja. Una relación definida como un paso a dos, que en la danza significa contacto físico y es el símbolo, la mayor parte de las veces, de una relación amorosa, en muchos casos, de un acto sexual y en ocasiones, de una pelea.
DÚO gira en torno a la incomunicación en la pareja. Lo que se calla, lo que se dice, lo que se teme.. Esta característica ha sugerido al Director la oportunidad de realizar dos montajes, dos versiones diferenciadas, de la pieza, aunque el diálogo de los personajes sea el mismo.
Como en un “policíaco”, cada espectador debe interpretar las pistas, los indicios y encontrar sus respuestas, que probablemente no coincidirán con las del vecino. Ese es el juego que proponemos.
Los personajes, suspendidos en una realidad al mismo tiempo cotidiana e indescifrable, viven vidas aparentemente normales. Pero la imposibilidad de dar un significado a sus hechos los eleva a símbolo de la condición humana: una búsqueda de respuestas sin nunca poder conseguir “la respuesta”.